domingo, octubre 24, 2004

Estilos de gente

Hay estilos de gente muy distintas, con gustos muy distintos y aficiones muy distintas. Lo curioso es cuando dos "especies diferentes" se juntan.
El mes pasado fue el cumpleaños de Naru, amiga mía del trabajo. Ella y yo tenemos gustos comunes, así que nos llevamos muy bien. Hasta ahí bien.
Y claro, a su cumpleaños invitó a sus amigas de toda la vida. El choque fue brutal, aunque nadie lo notó excepto nosotros.
Lo primero que notamos fue una extraña aversión a los libros. Dijeron que primero tendrían que regalarle un libro para aprender a leer, aunque ya dijo abiertamente que no le interesaba.
Notaba que cuando Yuu y yo hablábamos, ellas se quedaban muy calladas. Luego descubrimos que no pillaban ni la mitad de las cosas que decíamos (o al menos eso es lo que yo intuyo). Cuando no entendían, simplemente se ponían a cantar flamenco, palmeando y zapateando.
El broche de oro de la noche lo pusieron cuando dijimos de ir al Irish Rover, una taberna irlandesa que hay en Cuzco. Sus palabras fueron:
-Ah, si, yo he estado ahí. Es un sitio muy cutre, tiene una biblioteca arriba.
Por increíble que parezca, por una noche me sentí superior. Algo positivo tenían que tener.
De verdad, hay gente para todo.

martes, octubre 12, 2004

Otoño

¡Por fin! El Otoño ha llegado. Ya, hasta dentro de mucho tiempo, nada de aire acondicionado en la casa, ni mangas cortas y prendas pequeñas y embarazosas. Nada de pasar calor, que es una de las cosas que más me molesta. Ahora, el frío ha llegado. Ha pasado de repente, de una semana a otra. ¡Y cómo se agradece! De vez en cuando, llueve incluso. Me encanta observar la lluvia desde casa, desde una pequeña ventana, y escuchar cómo repiquetea contra el cristal y la pared. Y, lo que más me gusta de todo esto, es poder ir por la calle con mis adorados jerséis y abrigadita. Y estar en el ordenador tapada con una mantita y con un té de vainilla enfriándose en la mesa.
Llegará prontito el invierno, la temporada del año que más me gusta. Y si nevara este invierno, me gustará mucho más. Ya no más sofocos, ni acaloramientos, ni sudores y agobio. Ahora, a taparse bien y a disfrutar. Y a ver cómo los árboles y la vegetación también cambian de muda, como yo.

sábado, octubre 09, 2004

Viejos sueños

Es la ironía de la vida. De pequeños, sueños de poder. Sueños sobre el futuro. Cuando no te conoces, cuando no sabes de qué eres capaz, cuáles son tus defectos. Sueños que se derriten y se destrozan con el tiempo. Te vas conociendo por dentro y, poco a poco, te derrumbas, dándote cuenta de que ninguno de los sueños que tuviste de pequeño podrían haber cuajado, porque se regodeaban en tus peores defectos. Tal vez fuesen compensaciones, sueños sobre defectos que me gustaría no tener. Ahora, cuando miro atrás, sólo veo a una niña con la cabeza llena de pájaros y algodones, con una visión del mundo tan irreal que debería haber sido inconcebible. Antes, me creía capaz de todo. Ojalá esos tiempos volvieran.
Me he puesto a pensar en lo que me gustaría haber sido. O, al menos, lo que me gustaría haber sido cuando era pequeña. Uno de los sueños más recurrentes era ser actriz. Estuve incluso en un taller de teatro hace tiempo, durante un año. Ahora me río. Me río, sobre todo por toda esa gente que me describe como introvertida. La timidez, la sensación de empequeñecer cuando estoy frente a mucha gente, las mejillas subidas de color, el ardor en el vientre. ¿Cómo podría haber pensado que quería actuar delante de tanta gente, de poner mi mejor sonrisa y dejarme hacer fotos? Ahora me rio. También quería ser cantante, cuando ahora soy incapaz de tararearle a alguien una canción que pasa por mi cabeza.
Me gustaban cosas en las que necesitaba estar de cara a la gente constantemente. Ahora, ese es uno de mis miedos. Por eso, tan solo uno de mis sueños sigue fijo en mi corazón. El sueño de escribir. Porque no tengo que escribir delante de un público expectante, ni leer el contenido de mis páginas a una masa silenciosa, pensando si los decepcionaré. Tan solo, escribir y escribir, y esperar que a alguien le guste y me suba el ánimo con los elogios. Tan solo esperar en una librería a ver mi obra publicada, y mantener mi rostro alejado de los focos. Tan solo un nombre anónimo metiéndose en los corazones de otros, construyendo y derrumbando mundos, inventando caras, provocando sensaciones. Ésa es mi vocación. No la he descubierto tarde, pero aún así, en el frío rincón de mi habitación, pienso si algún día la gente me leerá, si a la gente le gustará lo que lee. Puede ser que los sueños estén hechos de un material especial, que impidan en mi caso que se lleven a la realidad. El mundo real es muy crudo. Quiero volver a mi niñez despreocupada. Hay veces que, simplemente, no quiero ser yo.

Ausencias

He estado mucho tiempo ausente. No tengo ninguna excusa particular. Tal vez no me apetecía escribir, o tal vez sea simplemente que no tenía nada que contar. A veces puede ahogarte la sensación de la rutina. Tampoco he tenido ningún pensamiento en especial para compartir con vosotros.
También he estado algo pachucha con este tiempo tan raro que tenemos ahora. Un día mareos, otro dolor de barriga, otro mocos, otro dolor de cabeza. Últimamente ando algo baja de defensas.
Pero bueno, algo tendré que contar. Hemos operado a mi gata Sumomo. Básicamente, para esterilizarla, pero también pensábamos hacerle un aborto quirúrgico, porque creíamos que estaba embarazada. Claro, eso fue antes de saber que esos fetos estaban podridos y lo único que rellenaba su vientre hinchado era pus y sangre de una infección uterina bastante grave. Menos mal que la hemos cogido a tiempo. Y ahora está perfectamente, con la herida un poco molesta, pero haciendo vida normal. Y fuera preocupaciones cuando salga al patio con otros gatos. Seguro que ella comprende que era lo mejor para ella, aunque se cabreó mucho cuando la dejamos en la veterinaria.
Por ahora, nada más. Ya se me ocurrirá algo más que escribir. Seguro.

Las cinco de este viernes

Aquí están. Tenía unas cuantas atrasadas :)

) Dicen que todo mundo tiene sus cinco minutos de fama, si ya los tuviste ¿cómo fueron esos cinco minutos? Si no, ¿cómo te gustaría que fueran?
Me gustaría que la gente admirara mi trabajo, fuese el que fuese. Creo que si la gente te admira, te sube bastante la autoestima, algo de lo que carezco.
2) ¿Qué opinas de la popularidad? ¿Te gustaría tenerla, o prefieres pasar desapercibido?
Nunca he sido popular, y no creo que me gustase. Me gusta el hecho de poder perderme cuando quiera. Aunque siempre es bueno que haya alguien que de vez en cuando se acuerde de tí. Supongo que estoy en el término medio.
3) En caso de que la desees, ¿en que ámbito te gustaría tener esa popularidad? Y en caso de que no ¿por qué?
¿Ser popular? Por mis escritos, por supuesto.
4) ¿Cómo crees que podría cambiar tu vida, si llegaras a tener cinco minutos de fama? ¿O cómo la cambió en su momento?
No creo que me cambiara a mí especialmente, pero sí económicamente, supongo. Y eso puede hacer cambiar muchas cosas.
5) ¿Cómo crees que te sentirias, una vez que hubieras perdido esa fama? ¿Te alegraría o te habría gustado no tenerla?
Tendría que responder cuando la haya tenido, porque ahora mismo no tendría ni idea. Supongo que me entristecería.

Las cinco del viernes pasado

1)¿Cuándo empezaste a comprar tu propia ropa interior?
Pues probablemente cuando dejé de vivir con mis padres, a los 19, cuando entré en la universidad de Granada.
2)¿Algodón o lycra?
Prefiero las de algodón, son más cómodas.
3)Admítelo. ¿Cuanta ropa interior tienes que podria ir directamente a la basura?
Bastantes, probablemente, y algún día tengo que volcar el cajón de la ropa interior y hacer una buena limpieza.
4)¿Qué te pones para 'ir a matar'?
No suelo vestirme nada especial, pero me gusta ponerme unas bragas de algodón negras. Me parecen elegantes.
5)¿Hace cuánto que no renuevas tu vestuario mas íntimo?
Hace mucho. Lo único que me he comprado este año han sido tal vez un par de bragas o tres, blancas y cómodas. También me han regalado unas cuantas violetas, que son mi debilidad.

1')¿Tienes alguna prenda fetiche?
No, pero las negras me gustan mucho.
2')¿Guardas 'recuerdos' de tus exs?
Jejeje, no de ese estilo.
3')¿Alguna vez has usado ropa interior comestible? Cuenta!
No, nunca, supongo que en terrenos de cama soy poco original.
4')¿Qué color prefieres?
Negro o violeta.
5')¿Vistes "interiormente" a tu pareja?
¿Se refiere a si elijo su ropa interior? A eso respondo que no, es mayorcito para elegirla él :) En cuanto a vestirle en sí mismo, pues no suelo, también es mayorcito para eso.


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