La vuelta, fríos y demás
Por fin he podido instalar internet en casa. La casa sigue hecha un desastre, no sé, a pesar de que la casa está llena de armarios, no sé dónde colocar las cositas. Y es que hasta que no hice la mudanza y no metí todas mis pertenencias en cajas, no me di cuenta de todas las cosas (mierdas en su mayor parte, objetos sentimentaloides por otro y frikezas lo demás) que una puede acumular a lo largo de los años. Pero me siento mucho mejor al saber que todo lo que tengo es mío, y que puedo tenerlo a mi lado, y usarlo... es una sensación extraña, pero me gusta.
Tampoco me había dado cuenta de la responsabilidad de tener una casa de la que cuidar. Ahora ya no dejas cualquier cosa tirada al azar, porque sabes que si tú no lo recoges, no se va a recoger solo. Son pequeñeces, parece mentira, pero me hacen sentir extraña, descolocada en cierto modo.
Me gusta el invierno. A pesar de ser muy friolera y estar siempre temblando y con las manos heladas, lo prefiero muchísimo más que al verano. Tal vez no haya tantas cosas para hacer, o que te apetezca mil veces más quedarte calentito en casita que salir a helarte el pandero, pero me gusta. Es bonito, también triste, melancólico incluso, te invita a la reflexión... Es acogedor. Y no es tan agobiante como el calor claro.
Después de haberme tirado una buena temporada sin internet, estoy algo desintoxicada y he podido hacer cosas que antes no hacía. Echaba mucho de menos trastear con mis millones de generaciones de sims, o enviciarme de nuevo al Sid Meier's Pirates!, o incluso al 18 wheels.
Y, sobre todo, compartir todas estas cosas nuevas, estos sentimientos, estas experiencias nuevas, con alguien también nuevo, pero que ha sido el responsable de un gran cambio (para bien).
He vuelto.
1 Comments:
Coñe te iba a quitar de los links, porque pensaba que lo tenias actualizado y cuando lo he comprobado... ESTAS VIVA.
Ale pues te mantengo, yo tambien estoy de "obras" en el blog.
Besos
Publicar un comentario
<< Home