Vuelta al tren

Dentro de una horita, mi padre me viene a recoger. Me llevará en coche hasta Málaga, y desde allí cogeré el Talgo para volver a Madrid. Ha sido muy corto esta vez: llegué el sábado, y ya me voy otra vez.
Siempre me lo paso bien con mis padres; como no voy mucho, me prestan mucha atención y me dan mimitos. Ojalá pudiera venir más a menudo, y con César, y así estoy con la gente a la que más aprecio. Aunque, a menudo, me saquen de quicio, por mi carácter tan cabezón y borde :)
Pero esta vez podría haber estado mejor. La única culpa la tiene mi salud. Nada más venir, en el tren, ya notaba que me estaba resfriando. Todo el fin de semana estornudando, y compañera inseparable de mi paquete de kleenex. Pero hoy, las cosas han ido a peor.
Acababa de despertarme ya, y se me movían los libros. No podía mantenerme en equilibrio, estaba muy mareada y si movía la cabeza aumentaba la sensación. Creo que todo esto es por culpa de un dolor de oído que tengo desde hace dos semanas. Pensábamos que era un tapón de cerumen, pero no salía con el Taponoto, que dicen que quita los tapones. Paró de dolerme y me desentendí, ni siquiera fui al médico. Creo que tendré que ir cuando llegue a los Madriles.
Pero como ahora mismo no puedo hacer nada, pues me preparo para coger el tren y dormir, porque con el mareo no me atrevo a leer.
Otra cosa que tenemos que hacer en la estación, aparte de coger el tren, es comprar los billetes para Navidad. Iré del 23 al 28, pero para esas fechas, como todo el mundo viaja para ver a su familia, pues hay que cogerlos con mucho adelanto. No quiero que me pase como en verano, que el único sitio libre fue en el vagón de fumadores, y lo pasé fatal.
Pues nada, ya os contaré más cositas cuando llegue. Llegaré a Madrid a las 00:00, y espero que descansada y sin mareos. Un besito