Humo en el cielo

Ayer cogí el tren en Málaga a las 19:45. Un rato después, me llamaban al móvil contándome que el edificio Windsor en Madrid estaba en llamas desde un día antes. Como el domingo estuve fuera, no vi la tele y no me enteré de nada.
Cuando llegamos a Madrid, nos llevaron a casa en coche, por la Castellana, ya que no la habían cortado. Entonces lo ví.
Un esqueleto negro en el cielo. Una oscuridad artificial. El edificio es gigante, pero en la noche, es difícil apreciarlo. Yo no conocía el edificio; he pasado varias veces por Nuevos Ministerios, pero a veces una mira más al suelo que al cielo, y no lo recordaba. Las imágenes son impresionantes, pero la realidad es más. Tuvimos suerte porque el semáforo se puso en rojo y pudimos estar unos minutos más contemplándolo. Un silencio tenso. Unas palabras. A veces, nos cuesta crecer a los propios ojos. Increíble. Por suerte, ni heridos ni muertos, sólo daños materiales. En fin, son cosas de la vida.