jueves, abril 15, 2004

Sumomo

¿Os he hablado alguna vez de mi gata? La recogimos el 27 de enero del 2003. Entonces tenía dos o tres semanas a lo sumo, así que calculamos sus cumpleaños para el 1 de enero.
En ese entonces Yuu y yo vivíamos en Granada, con Oniichan y Keichi. Yo deseaba más que nada en el mundo un gato. Mis padres no querían tener ninguno pues ya habían tenido otros animales de compañía, sin demasiado éxito (en concreto, dos pájaros, dos hámsters con sus 7 o 9 crías y un perro). Ya había decidido tenerlo, así que consulté con Oniichan y con Keichi y me fui a Madrid a adoptar uno. Buscamos todo un fin de semana en lugares de acogida, pero no nos gustaban los sitios y los gatos eran muy mayores. Yo quería que fuese un gatito pequeñito para verle crecer y enseñarle mejor. Y tuvimos suerte. En la veterinaria una mujer decía en un cartel que una gata del edificio en obras enfrente de su casa había tenido gatitos, y le daba mucha pena, así que le echaba comida y se les acercaban. Que si alguien quería uno que contactásemos con ella. Y así conseguimos a Sumomo.
Sumomo, en japonés, significa ciruela. Es un personaje de la serie Chobits, un manga japonés dibujado por las famosas Clamp. Sumomo en la serie es muy chiquitita y divertida, y así me pareció mi gata. Recuerdo con mucho cariño la época de Granada, cuando todos venían a casa a jugar con Sumomo. Seguro que la echan de menos. Era muy querida. Al principio la alimentábamos con jeringuillas (estilo biberón) y era monísima. Sus primeros saltos... Cómo jugaba con todos, la forma con la que se estaba quieta si la cogías del pellejo del cuello, como las mamis... Ya no se deja. Sigue siendo curiosa, y poco a poco ha aprendido lo que se puede hacer y lo que no... Aunque lo haga de todas formas :)
Einstein murió hace algunas semanas. Einstein era el gato de los padres de Yuu y, cuando en mayo de 2003 me mudé, Sumomo y él se hicieron compañeros. Ignoro el vínculo que pueden llegar a desarrollar dos animales, pero sé que mi gata sufrió por la pérdida del "jefe". Seguro que ella se dio cuenta antes que nadie de que yacía sin vida en el salón. Ahora está más cariñosa que nunca. Ahora es la gata de la casa. Sumomo ha madurado, a su añito y medio casi.
Perdón por este post ñoño y romanticón, pero llevo una semana sin verla y la echo muchísimo de menos. Y sé que ella a mí. Al fin y al cabo, es casi como si fuera mi hija. M.C. sufrió muchísimo cuando murió Einstein. Y sé que yo también lloraré y sufriré muchísimo cuando ya no esté Sumomo.


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