viernes, abril 09, 2004

Meditaciones en Marbella

¡Hola! Estoy en Marbella. Ya era hora de visitar a mis papis. Resulta que no me han renovado el contrato, así que de nuevo estoy desempleada.
Me quería tomar toda una semana sabática, para pensar y meditar (con incienso y todo, Lothi). Hay muchos desórdenes dentro de mí, y no me siento bien. Es como cuando estás en una habitación sumamente desordenada. Al final, el caos exterior lo absorbe tu cuerpo y te angustia, te ahoga. A veces es tal el desconcierto que no sabes si actúas bien o sólo vas de mal en peor. Siento como si todo lo que hiciera es tirar piedras a mi propio tejado. Hago cosas mal porque me siento mal, y me siento aún peor por ello. Es la pescadilla que se muerde la cola, y estoy en un bucle sin fin. Ya ni mis seres queridos se libran. Me afecta a tal extremo que no hago más que discutir por cosas sin sentido y hacerle daño a mis seres más allegados. Es terrible lo que puede llegar a afectar la concepción que una tiene de sí misma. La no renovación de mi contrato ha tenido un efecto en mí que no esperaba. Pensaba que me lo tomaría bien, porque me permite tener un descanso y unos días (además de ser un trabajo basura como miles). Pero, me ha hecho pensar. ¿Y si no valgo? Y si no valgo para un trabajo así, tan sencillo... ¿Para qué valgo realmente? Pensándolo fríamente, no hago nada bien. Me gusta millones de cosas pero no me dedico a ninguna en concreto. Comienzo un plan de mejora personal y lo dejo después de un par de días. ¿Qué me pasa? Ojalá mi apariencia risueña no fuera sólo tal, y me acompañara a todos sitios. No me gusto. Y no sé que hacer.

Siento este post tan sórdido, pero ahora que sé que me lee alguien, me es más facil expresarme. Al menos, me esfuerzo más. Espero que esta situacion cambie.


Auditado por contadorwap.com