lunes, agosto 01, 2005

Actividad

Estoy agotada. Cuando estoy en Marbella, siempre estoy de un lado para otro. Esta mañana han tocado compras y estudio, y luego por la tarde ejercicio. Normal que luego, por la noche, caiga en la cama como un tronco, y no me despierte ni una bomba nuclear.
Es agobiante el mercadillo el lunes por la mañana (que es cuando lo ponen en mi barrio). Parece que nadie tiene otra cosa que hacer, salvo ir a tocar las narices, a pararse delante tuya obstruyéndote el paso, y empujarte para coger antes que tu las camisetas que tienes delante. He descubierto que me agobian las grandes masas, sobre todo cuando son tan agoniosas y tan...
Encontré una falda preciosa, con volantes y lazos y que hacía frufrú y todo. Lástima de la talla. Pero me fui contenta, con pulseritas, toallas, zapatos y demás.
Hoy he leido en una revista que la gente se obsesiona con las tiendas de todo a cien y los chinos y todo eso, y que como son tan baratos acabas comprando cosas que no necesitas y que sobrepasan en mucho el dinero que pensabas gastarte. Yo soy una de esas pardillas, jeje. Me entra la fiebre consumista cuando entro en un establecimiento de estos, y lo veo todo tan barato que empiezo a coger esmaltes, pintalabios, bisuteria y todo lo que encuentro. Y solo para que luego cojan polvo en algún estante o se aburran en algún cajón.
Qué listos son los que inventan esa clase de cosas...


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