Un sábado delicioso

Es una magnífica manera de combatir el calor... En casa de un amigo, con piscina, tumbada en el césped tomando el sol como las lagartijas. Mucha crema solar para no achicharrarme ni que me salga la alergia. Conversaciones, cotilleos. Y cuando la piscina ya no atrae tanto, una tarde viendo anime y riendo (Ebichu, que gran serie), una comida ligera pero sabrosa. Como entraba la sandía, que fresquita :) Y luego, cuando ya los cotilleos se agotan, a dormir, en silencio, en la oscuridad y con un gato pululando por ahí. Desayuno el domingo y para casa, para descansar de un día descansado, y tumbarse otro ratito.
Si, sí, parece el colmo de la vagancia, pero este fin de semana era largo y además con el calor no apetece hacer nada más.
Y el jueves... Marbella, allá voy.